El segundo de Los Cuatro Pilares de la Educación propuesto por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por sus siglas en Inglés, planteados para desarrollarse en el Siglo XXI, considerados premisas indispensables de preparación y adaptación a un mundo de cambios constantes, cuyo objetivo final es que la sociedad mundial viva en paz.

Aprendizaje

Importancia de aprender a hacer

En la actualidad, el desarrollo científico y tecnológico de las grandes empresas requiere de personal altamente calificado, ya que su desarrollo y expansión dependen, en opinión de la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, de:

“Su capacidad de transformar el progreso de los conocimientos en innovaciones generadoras de nuevos empleos y empresas.”

Para ello, se hace necesario que el aprendizaje evolucione, por tanto, es fundamental que los planes y programas de estudio sean diseñados para privilegiar en la enseñanza de los alumnos, no sólo competencias técnicas y profesionales, sino también valores humanos y pautas de comportamiento, como consecuencia de las constantes innovaciones tecnológicas que está teniendo el trabajo industrial, por lo que es cada vez más frecuente que el trabajo humano sea desplazado por máquinas inteligentes que en proceso van desmaterializando el trabajo del ser humano.

La Comisión citada con anterioridad, señala que:

“El progreso técnico modifica de manera ineluctable las calificaciones que requieren los nuevos procesos de producción. A las tareas puramente físicas suceden tareas de producción más intelectuales, más cerebrales –como el mando de máquinas, su mantenimiento y supervisión—y tareas de diseño, estudio y organización, a medida que las propias máquinas se vuelven más inteligentes y que el trabajo se desmaterializa.”

 

Hacer

En el aprender a hacer

En el aprender a hacer, destaca la formación profesional que cada uno pueda tener, sin embargo, se considera insuficiente para cubrir las demandas laborales actuales, de convivencia y desarrollo que se dan en el ámbito laboral actual, por lo que se requiere que los planes y programas de estudio contemplen preparar a los alumnos desde la infancia, no sólo en destrezas laborales, sino además, en un conjunto de competencias personales que les enseñen a trabajar en equipo, tener iniciativa y la capacidad de asumir riesgos.

Aprender a hacer va de la mano con saber ser, de tal modo que esta nueva educación también debe contemplar formar a los alumnos para aprender a comunicarse, trabajar en equipo, solucionar los problemas que lleguen a suscitarse con los/as compañeros/as desde la resolución noviolenta de conflictos, el desarrollo de buenas relaciones interpersonales y en el establecimiento de relaciones estables, ya que estas enseñanzas se consideran necesarias en el mercado laboral actual, pues los trabajadores son considerados agentes de cambio.

 

 

Finalmente

Finalmente hay que decir, que el desarrollo de todas estas cualidades consideradas como deseables en los trabajadores del siglo XXI, independientemente de la rama en la que se desenvuelvan –industria, comercio, servicios, etcétera–, sin duda alguna, contribuirán al establecimiento de un clima de paz personal en cada uno/a, que se traducirá en un clima de paz social, lo que sin duda alguna ayudará a que la humanidad paulatinamente vaya remontando la cultura de la violencia y reaprenda a vivir en paz, lo que redundará en beneficio de la humanidad presente y futura, así como también de GAIA y sus contenidos

 

 

 

 

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Aprender a Hacer
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Aprender a hacer, es el segundo de los Cuatro Pilares de la Educación propuesto por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por sus siglas en Inglés, planteados para desarrollarse en el Siglo XXI, considerados premisas indispensables de preparación y adaptación a un mundo de cambios constantes, cuyo objetivo final es que la sociedad mundial viva en paz.
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