Aprender a Ser

El tercer pilar Los Cuatro Pilares de la Educación   propuestos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) por sus siglas en inglés, considerados premisas indispensables de preparación y adaptación para las nuevas generaciones, con la finalidad de que la sociedad mundial esté cada vez más capacitada para adaptarse e integrarse holísticamente a un mundo en constante movimiento debido al desarrollo científico y tecnológico, pero sin descuidar que sea más culta, más visionaria, más humana, más creativa, etcétera.

Aprender a ser

Tiene su antecedente histórico en el informe Aprender a Ser de 1972, emitido por la Comisión Internacional para el Desarrollo de la Educación. En él, la Comisión mostró su preocupación sobre dos aspectos fundamentales:

1. La deshumanización del mundo, vinculado al desarrollo tecnológico
2. La fuerte influencia que los medios masivos de comunicación, habían adquirido sobre la población mundial.

Por lo que consideraron factible que al iniciar el nuevo siglo ambos problemas se ampliarían, por lo que consideraron que la educación escolar, dotara a cada niño de:

“Fuerzas y puntos de referencia intelectuales permanentes que les permitan comprender el mundo que le rodea y comportarse como un elemento responsable y justo. Más que nunca, la función esencial de la educación es conferir a todos los seres humanos, la libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos y de imaginación que necesitan para que sus talentos alcancen la plenitud y seguir siendo artífices, en la medida de lo posible, de su destino.”

Asimismo, consideraron que la educación para el siglo XXI debería contribuir al desarrollo integral de cada persona:

“Cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad. Todos los seres humanos deben estar en condiciones, en particular gracias a la educación recibida en su juventud, de dotarse de un pensamiento autónomo y crítico y de elaborar un juicio propio, para determinar por sí mismos qué deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida.”

Razones por las que, la educación escolarizada debe dotar a las alumnos de las herramientas necesarias, no sólo para tener un buen desempeño profesional, sino que además los prepare como personas: más humanas, más conscientes, más creativas, más cultas y no violentas.

La educación en el siglo XXI desde el deber ser

La educación en el siglo XXI desde el deber ser, debe ser no sólo una educación que forme a los alumnos como personas altamente calificadas capaces de cumplir con los requerimientos del mercado laboral, sino que además, se preocupe en proporcionarles el desarrollo integral de la personalidad y de los valores humanos, considerando que todo en conjunto permitirá a los futuros adultos, tener una vida llena de oportunidades de desarrollo personal y profesional y por tanto, digna.

Para cumplir con las expectativas planteadas, la Comisión también recomendaba:

“Ofrecer a niños y jóvenes todas las oportunidades posibles de descubrimiento y experimentación -estética, artística, deportiva, científica, cultural y social-que completarán la presentación atractiva de lo que en esos ámbitos hayan creado las generaciones anteriores o sus contemporáneos.”

Asimismo consideraban que a la poesía y al arte, se les debía otorgar mayor tiempo del que se les concedía, a fin de ayudar en el desarrollo de la imaginación y la creatividad, por lo que recomendaban:

“Revalorar la cultura oral y los conocimientos extraídos de la experiencia del niño o del adulto.”

Este aprender a ser, a decir de la Comisión:

“. . . Tiene por objeto el despliegue completo del hombre en toda su riqueza y en la complejidad de sus expresiones y de sus compromisos, individuo, miembro de una familia y de una colectividad, ciudadano y productor, inventor de técnicas y creador de sueños.”

Finalmente

La Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, que retoma este aprender a ser y hace la propuesta de los Cuatro Pilares de la Educación, recomienda:

“No menospreciar en la educación ninguna de las posibilidades de cada individuo: memoria, razonamiento, sentido estético, capacidades físicas, aptitudes para comunicar…”

Pues considera que esto ayudará a que:

“Florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal.”

De igual manera, considera importante:

“Concebir la educación como un todo. En esa concepción deben buscar inspiración y orientación las reformas educativas, en la elaboración de los programas y en la definición de nuevas políticas pedagógicas.”

A la propuesta de la Comisión, yo agregaría para complementar  esta educación integral, la enseñanza de la inteligencia emocional. y de la inteligencia moral, y desde luego, el desarrollo de la espiritualidad emocional a través de  la oración,  la meditación y/o la práctica alternada del Hatha yoga y el Radha yoga.

De realizarse esta propuesta educativa tan ambiciosa, sin duda, se empezarán a formar mejores seres humanos en el campo profesional y humano, lo que beneficiará a la sociedad mundial, pues al interior de las sociedades del mundo florecerá la Paz que en definitiva favorecerá al conjunto de la humanidad y por tanto, al planeta y sus contenidos, dada la concienciación que se hará del ser humano y de los valores que lo caracterizarían.