Empecemos por definir qué es violencia y qué es imposición según definiciones del Diccionario de la Lengua Española.
Violencia
Cualidad de violento.
Acción y efecto de violentar o violentarse.
Acción violenta o contra el natural modo de proceder.
Violentar
Aplicar medios violentos a cosas o personas para vencer su resistencia.
Dar interpretación o sentido violento a lo dicho o escrito.
Entrar en una casa u otra parte contra la voluntad de su dueño.
Poner a alguien en una situación violenta o hacer que se moleste o enoje.
Dicho de una persona: Vencer su repugnancia a hacer algo.
Imposición
Acción y efecto de imponer o imponerse.
Exigencia desmedida con que se trata de obligar a alguien.
Lo que tienen en común ambas palabras
Al observar la definición de ambas, vemos que lo que tienen en común es, obligar a.
Entonces, asumo que Naciones Unidas pensando en la construcción de La Paz alrededor del mundo, lo que quiere es precisamente que se respete la libertad que tenemos todos los seres humanos de sentir, pensar y actuar, con plena autonomía, siempre y cuando no afectemos con ella a ningún ser viviente.
No obstante, debemos decir que efectivamente, todos por el simple hecho de existir, en teoría, tenemos garantizada esa libertad y al mismo tiempo, debiéramos poder vivir sin violencia conforme a los lineamientos establecidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sin embargo, ese libre albedrío como tal, tiene límites, ya que los seres humanos a diferencia de los animales, tenemos inteligencia, entonces nos debe servir de guía antes de decidir hacer o decir cualquier cosa en contra de los demás, porque una cosa es clara: nuestra paz y tranquilidad, e incluso nuestra libertad se terminan cuando somos capaces de alterar o perjudicar la paz, la tranquilidad y la libertad de los demás, ese derecho, insisto, nadie lo tiene.
Tipos de Violencias
Como sabemos, existen muchos tipos de violencia, pero aquí sólo nos ocuparemos de las que están presentes en mayor o menor grado en cualquier sociedad del mundo alterando la vida de la población y evitando que vivan tranquilas y en paz.
Dichas violencias a simple vista no se identifican, ya que, a fuerza de la costumbre pasan desapercibidas a los ojos de la población, no obstante, son parte de la estructura de la sociedad, por tanto, forman parte de la vida cotidiana, razón por la que se les asumen como normales y naturales de una determinada sociedad. Estas violencias se legitiman desde las tradiciones, la cultura, la religión, el poder, etcétera.
Las violencias a las que me refiero son: la estructural, la cultural y la simbólica, que desde el campo de la Investigación para la Paz se considera que dañan más a la sociedad, ya que actúan de manera permanente:
Violencia estructural
Sobre este tipo de violencia, el científico social Johan Galtung, ha dicho:
“Es aquella que forma parte de las estructuras, su característica fundamental es la desigualdad: en ella, no hay específicamente un actor que perpetre una agresión directamente, sino que es una violencia institucionalizada, legalizada pero que afecta a más personas que la violencia directa, se corresponde con las injusticias estructurales sociales, económicas, raciales, de desigualdad de oportunidades, de desarrollo humano, de marginación y de pobreza.”
Violencia cultural
Es generada, como ya lo hemos comentado en el artículo anterior, desde la tradición, los valores, la cultura, las ideas y las normas, por lo que se la acepta como algo normal y natural, ya que, desde la cultura se legitima y se promueve desde cualquier origen.
Violencia simbólica
Jean-Claude Passeron y Pierre Bordieu, han dicho:
“Son todos aquellos mecanismos que utilizan las instituciones para desde el poder, imponer y mantener las representaciones simbólico-sociales (económicas, políticas y culturales) asimétricas que se encuentran incrustadas en las estructuras institucionales, lo que permite su mantenimiento, perpetuación y legitimación, la necesidad de su legitimación es lo que determina el carácter simbólico de esta violencia. Este tipo de violencia suele ser desviada o simbolizada para ocultarla.”
Con las definiciones anteriores nos damos cuenta de que no sólo existe la violencia directa (ampliamente identificada por todos nosotros), sino otros tipos de violencias insertadas en la organización social, estructural y cultural de cualquier sociedad, por tanto, son parte de la vida cotidiana y de la vida de relación del ser humano, ya que están inmersas en lo social, lo económico, lo político, lo cultural, lo educativo, lo religioso, etcétera, lo que permite no sólo su implementación en un país, sino también su expansión y mantenimiento desde todas las esferas de la vida humana, lo que facilita su imposición de manera velada.
¿Por qué Naciones Unidas sugiere evitar la violencia y la imposición?
Es claro que la violencia y la imposición van de la mano, y si concluimos que las dos tienen en común obligar a, es fácil identificar que ambas coartan la libertad de la humanidad de tener una vida plena, tranquila y en paz, ya que ambos términos conllevan desde sus orígenes el deterioro de la vida humana, al imponer desde el poder lo que es normal y natural.
¿Cómo transformar la cultura de la violencia en una Cultura de Paz Holística?
Para transformar a la sociedad mundial actual de una cultura de violencia a una Cultura de Paz, debemos empezar por desaprender la cultura de la guerra y la violencia estando muy pendientes de nosotros para dar marcha atrás a una serie de hábitos y actitudes aprendidas e interiorizadas desde la infancia, mismas que continúan siendo reforzadas constantemente por diferentes contextos, en los que podemos incluir a la familia, la escuela, los medios masivos de comunicación, las redes sociales, etcétera.
De ahí que lo primero por hacer es dar marcha atrás desde nuestro espacio muy particular a la cultura de la violencia y la imposición, haciéndonos conscientes y comprometiéndonos con nosotros mismos para ir erradicando de nuestra vida de cada día, todas aquellas actitudes y conductas en las que identifiquemos un cierto grado de violencia o imposición hacia los demás. Por ello mi insistencia al pedirles que compartan mis artículos, ya que a la larga, sin duda alguna, dará sus frutos en beneficio de la humanidad, lo que creará no sólo un maravilloso bienestar generalizado, sino también una Cultura de Paz Holística.
El restablecimiento de La Paz alrededor del mundo
Sin duda alguna, el restablecimiento de la paz alrededor del mundo, es y debe ser un compromiso personal e ineludible en la vida de todos los interesados, en el que cada uno debe crear la obligación y el compromiso personal de estar pendiente de sí mismo, identificando conscientemente cómo actuamos con respecto al otro, [y aquí recuerden, no sólo hablamos de seres humanos, sino que incluimos al planeta y sus contenidos animados e inanimados], conforme a los planteamientos de James Lovelock sobre la interconectividad que tenemos con todo y con todos.
Este ejercicio permitirá ir introduciendo poco a poco espacios crecientes de Cultura de Paz y Noviolencia al interior de las familias y de la sociedad, lo que en el tiempo derivará en relaciones empáticas y solidarias y ambientes más sanos de convivencia.
Lo anterior, nos lleva a identificar que no sólo la violencia como tal, sino también la imposición, es otro tipo de violencia, por tanto, es fundamental aprender a no imponernos a los demás y a dirimir nuestras diferencias y conflictos desde la cultura del diálogo y la noviolencia, respetando siempre, los derechos humanos y las libertades fundamentales de los demás.
Finalmente quiero decir que estos planteamientos pudieran parecer una utopía, pero no olvidemos que grandes avances de la humanidad iniciaron siendo precisamente eso: una utopía y con el tiempo se vieron cristalizados convirtiéndose en un bien común para todos, personalmente no sólo creo, sino que estoy convencida de la capacidad que tenemos los seres humanos de construir La Paz si esa es nuestra voluntad y sé que alrededor del mundo, en estos momentos, al igual que yo, muchas personas alrededor del mundo creemos, soñamos con ella.
Desaparecer la cultura de la violencia y buscar una cultura de paz, pasa por desaparecer la cultura de la guerra y todo tipo de violencia, es un tema muy difícil, es muy importante el artículo que nos presenta, al definir cada un de los términos, haciendo referencia a distintos autores. La pandemia nos ha mostrado los perfiles más negativos del capitalismo en su versión «el liberalismo económico», dentro de ellos está el carácter represivo de la mayoría de los gobiernos de todo el mundo que sin reconocer sus deficiencias y sobretodo la profunda corrupción, imponen su autoridad, reprimen, en lugar de convencer, los resultados los tenemos a la vista, ante la imposición y la violencia las poblaciones se organizan y responden a tales medidas autoritarias, lo vemos en estados unidos, en Bolivia, en Chile, en varios países de Europa. Pero las fuerzas conservadoras de los países no se quedan con los brazos cruzados porque de inmediato se reorganizan para seguir manteniendo sus privilegios de clase social sin importarles la humanidad en su conjunto. Esta realidad es la que impera en nuestras sociedades y la que genera la violencia y la falta de paz. La humanidad debe ir hacia una mayor comprensión de esta realidad y buscar nuevas alternativas para evitar la violencia, buscar la paz, menor explotación de los hombres y de la naturaleza, una mejor organización de la producción para beneficio de toda la humanidad y no de unos cuantos.
Para poder erradicar la violencia que surge por causas tan variadas como el egoísmo, el querer ser mejor que los demás, el querer siempre tener la razón, etc. es Imperativo EDUCAR y REEDUCARNOS con valores, el respeto y el amor por uno mismo, el prójimo y nuestro planeta, es la mejor enseñanza que podemos dejar como semilla en tierra fértil.
Hola Genaro, una disculpa por la respuesta tardía a tu comentario, tienes razón cuando dices que desaparecer la cultura de la violencia y buscar una cultura de paz, pasa por desaparecer la cultura de la guerra y todo tipo de violencia, sin embargo te quiero decir, que no todo está perdida pues todas las sociedades del mundo tienen las herramientas a su alcance para hacer esta transformación. Hay dos que para mi gusto que son fundamentales para terminar no sólo con las guerras y la violencia, sino también con el modelo económico que tanto a dañado la vida del ser humano, ellas son: la educación, direccionándola para hacer seres humanos pacíficos, lo que a la postre dará sociedades pacíficas y el uso de los medios masivos de comunicación, los video juegos y las redes sociales, direccionándoles para fortalecer los valores de la paz y la convivencia pacífica y armónica entre seres humanos, y si le queremos agregar algo más, habría que rediseñar las políticas públicas y encaminarlas para fortalecer la paz social, así mismo, necesitaríamos que la impartición de justicia se haga conforme a derecho, es decir, que sea a quien sea que se le tenga que juzgar y aplicar la ley, se le aplique y se le sancione como corresponda de acuerdo a lo que haya realizado, considero que esto en el mediano y largo plazo, terminaría con muchos de los lastres que azotan a muchas sociedades del mundo, incluyendo por supuesto a la nuestra.
Myriam, a tu comentario, yo le añadiría, que para reeducarnos es importante estar pendientes de quiénes somos como personas para ir auto corriendo todo aquello que no nos gusta de nosotros mismos y desde luego, ir comentando con quien lo permita, lo que consideramos no es correcto, pues se trata de ser mejores y de dejar a las generaciones venideras, un mundo mejor, besitos.