“Hay que encontrar vías para conseguir la eliminación de las relaciones no-pacíficas, sin eliminar a las personas”

John Paul Lederach.

 

Primera Guerra Mundial

El Pasado

Concretar la erradicación de las guerras, considero que puede ser una realidad a largo plazo, no sólo por los intereses que subyacen en los conflictos armados y los de la industria armamentista, sino además, como consecuencia de lo que las violencias simbólica, estructural y cultural provocan al interior de las sociedades del mundo.

Como es de suponer, la Primera Guerra Mundial, en muchos sentidos dejó un mal sabor de boca a la humanidad, por esta razón, se creó la Sociedad de Naciones, el preámbulo histórico de lo que actualmente es la Organización de las Naciones Unidas (ONU, por sus siglas en Inglés), que se dedicó a todo, menos a evitar una segunda guerra mundial.

Por su parte Philip Quincy Wright y Lewis Fry Richardson en los años 30 crearon el primer Centro de Estudios para la Paz, siendo su principal objeto de estudio, la polemología, intentando con ello identificar los factores desencadenantes que confluyen alrededor de las guerras, para así poder prevenirlas.

Con ello, dieron la pauta para que varios Centros de Investigación para la Paz iniciaran actividades en Europa y en Estados Unidos, de modo que, para fines de la década de los años 40 y principios de los 50, los estudios para la paz inician su camino como disciplina científica.

Pese a ello, la humanidad sufrió los estragos de la Segunda Guerra Mundial y ha continuado sufriendo los conflictos armados que por diferentes motivos han surgido y se mantienen en diferentes regiones del mundo.

 

Meditacion

El Presente

A pesar de lo anterior, podemos decir que no todo está perdido, ya que la paz la construimos quienes poblamos la Tierra, y si cada vez somos más y más personas comprometidas a ello, poco a poco será posible cambiar la violencia y las guerras por la paz.

Mario López Martínez nos dice que:

La noviolencia ha sido una conducta muy presente en toda la historia de la humanidad”.

Podríamos decir entonces que, el sinónimo de la noviolencia es la paz, lo que significa que los seres humanos somos pacíficos por naturaleza, por tanto, necesitamos desaprender la violencia y recordar que somos responsables de la paz y la armonía del universo, entendamos pues, lo que señala el Doctor Vicent Martínez Guzmán:

Necesitamos construir nuevas maneras de cultivar las relaciones humanas. Necesitamos nuevas culturas para hacer las paces que promuevan diálogos culturales y permitan analizar las raíces culturales y sociales de las relaciones humanas basadas en la violencia, la guerra, la exclusión y la marginación como si fueran naturales e inevitables.”

Si es nuestra voluntad construir la paz alrededor del mundo, necesitamos promover relaciones pacíficas entre seres humanos, con el medio ambiente, con la naturaleza y al interior de la sociedad.

 

Paz futura

El Futuro

En la construcción y fortalecimiento de la paz mundial hay varias cosas a destacar.

Es importante que regrese al interior de las familias, la convivencia, el diálogo y la interacción, para que los niños y las niñas, los y las jóvenes no lo sustituyan con las redes sociales, los programas televisivos, los videojuegos (los que dicho sea de paso, en ocasiones, están plagados de violencia), el uso de la computadora, etc.

Los padres y las madres de familia deben asumir la responsabilidad de enseñar e inculcar en sus hijos e hijas, la importancia de vivir en paz consigo mismos y con los demás como forma de vida personal.

Necesitamos hacer conciencia de que la educación que reciben los niños y las niñas, los y las jóvenes al interior del seno familiar y en la escuela, tienen un papel destacado en la enseñanza y el aprendizaje de valores humanos.

Así mismo, necesitamos educar a las a las niñas y los niños y también a las y los jóvenes en los valores de la calidez humana, del cuidado del planeta y del medio ambiente.

Es fundamental que los interesados en construir relaciones pacíficas alrededor del mundo, nos comprometamos con nosotros mismos a desaprender la cultura de la violencia y a practicar la cultura de paz.

Para dicho desaprendizaje, aconsejo la práctica de la meditación y del yoga en las modalidades de Hatha-yoga, -que proporciona salud física- y del Radha-yoga, -que proporciona salud mental- así como también, de todo aquello que en el mundo ha probado su eficacia para que la convivencia entre seres humanos transcurra de manera pacífica y armónica. La práctica de las disciplinas mencionadas aportan muchos beneficios a quienes las realizan, entre otros, la apertura de conciencia y el desarrollo de la inteligencia emocional.

 

Redes socialesLos Medios Masivos de Comunicación y las Redes Sociales como Coadyuvantes en el Restablecimiento de la Paz

Alfonso Cortés González, sobre los medios masivos de comunicación, menciona:

La gran capacidad que (tienen estos medios) de comunicación para transmitir valores y crear cultura (…) volviendo cotidiano todo aquello que en ellos aparece constantemente.”

Si ponemos atención a la última frase <<volviendo cotidiano todo aquello que en ellos aparece constantemente>>, podemos concluir que con el diseño adecuado de la programación televisiva es posible inculcar y desarrollar al interior de la sociedad mundial, la paz en sus tres niveles: personal, social y Gaia, para restablecerla como forma de vida, y desde luego, sin olvidar el papel relevante que pueden tener las redes sociales en la construcción de la paz alrededor del mundo.

Desde los medios masivos de comunicación y las redes sociales, es posible pensar en la gran oportunidad que ofrecen de reeducar a la población mundial para la comprensión internacional, la enseñanza de los derechos humanos y su aplicación, la enseñanza de las libertades fundamentales e incluso para educar y concientizar a la población mundial sobre la importancia del desarme de las armas y el desarme cultural, ya que en muchos sentidos la cultura suele estar cargada de violencias.

Personalmente, me emociona pensar que con un poco de buena voluntad, a través de los medios masivos de comunicación y de las redes sociales, podemos hacer de este mundo, un mundo mejor para todos los que en estos momentos habitamos este planeta y no sólo eso, sino que además, es posible dejarles un mundo mejor a las generaciones venideras.

 

Finalmente

El desarme cultural <<básicamente el de la sociedad occidental>>, tal como señala Raimon Panikkar:

No es una simple expresión demagógica. Es un requisito de la paz y, por supuesto, de cualquier desarme duradero de la situación actual […].”

Por lo que, todas las culturas deben considerarse un privilegio enriquecedor, ya que contienen el latido cultural de otros pueblos, las culturas indígenas, por ejemplo, constituyen cerca del 6% de la población mundial y el 90% de la diversidad cultural.

Leonardo Boff, ha expresado que:

A través de los valores culturales, grandes grupos humanos, establecen sus relaciones y resuelven sus conflictos

Como ya lo he mencionado en otros escritos, es responsabilidad de todos y cada uno/a, de los habitantes de este planeta, el trabajar con nosotros mismos para recuperar nuestra paz personal, ya que como bien ha dicho Panikkar:

La ausencia de paz interior alimenta guerras frías de todo tipo y da lugar a competiciones que acaban en derrotas, las cuales desencadenan en toda clase de revanchas, declaradas o no.”

Por tanto, lo verdaderamente importante para la restauración de la paz aquí y ahora, es tomar conciencia de que en todos y cada uno de nosotros reside la paz, pero es necesario ayudarla a florecer. Asimismo, debemos concientizarnos de la responsabilidad enorme que tenemos todos y todas, los que aquí y ahora, conformamos la gran familia humana de desarrollar, enseñar e  inspirar la Cultura de Paz, no sólo para nosotros, sino también para las generaciones que vienen detrás nuestro.

Pues sin duda alguna, a través de la práctica del diálogo, la justicia, la tolerancia, la solidaridad y el fomento de la noviolencia, podemos impregnar de cultura de paz a la familia, a la ciudad, nuestra región y el país en que vivimos, ya que como bien ha señalado Panikkar:

…nosotros también somos responsables de la armonía del universo”

Por tanto, la paz holística a la que aspiramos, todos los interesados, debe construirse ecuménicamente, es decir, alrededor del mundo e interculturalmente <<entre culturas>>, desde un diálogo cultural en el que participen todas las tradiciones y vivencias de paz, con miras a activar ese tesoro oculto que se encuentra esparcido por todo el mundo y del que habla Johan Galtung, cuando dice:

Hay un tesoro oculto en el pensamiento humano de la paz. Nos compete a todos desenterrarlo

Finalmente, hay que recordar, lo que dice Naciones Unidas:

«La misma especie que inventó las guerras es capaz de inventar la paz»